La pasada noche tuve un extraño sueño, el cual me despertó. Era tan impactante que no me dejaba conciliar de nuevo el sueño, con lo cual, me puse de inmediato a escribir sin omitir detalle.
Me encontraba en un lugar muy luminoso, donde la gente tenía poderes tales como, que el día y la noche se fusionaran en segundos. Se respiraba paz y armonía.
Los desplazamientos en ese lugar se realizaban con tan sólo desearlo. Y lo más importante, no existían las enfermedades. Eran inmortales.
Los desplazamientos en ese lugar se realizaban con tan sólo desearlo. Y lo más importante, no existían las enfermedades. Eran inmortales.
Todo ello era debido a que, unos 15 años atrás hubo una caída de meteoritos que produjeron unas radiaciones que, afortunadamente, no fueron dañinas. A esta ciudad la llamaré "Maravilla". Allí la gente vivía felizmente, sin envejecer .
Hasta que un día surgió un acontecimiento histórico para "Maravilla". Un hombre casado y con 3 hijos, dejó de amar a su esposa. Se fijo en otra mujer. Pasaron los días, cada vez estaba mas empeñado en su nueva conquista.
Y como consecuencia de su potente deseo en querer deshacerse de su familia para quedar libre , y hacer lo que se le antojase. Así, mentalmente, sucedio que un día amanecieron muertos todos los miembros de su familia.
Entonces los habitantes de "Maravilla" se dieron cuenta de que su ciudad no era tan maravillosa. Los deseos podían convertirse en armas mortíferas, ya que de hecho habían provocado estas muertes.
Lo que las condiciones meteorológicas y ambientales habían logrado hacer, una ciudad envidiada por el mundo entero, el ser humano la había convertido en un lugar fúnebre.
Lo que las condiciones meteorológicas y ambientales habían logrado hacer, una ciudad envidiada por el mundo entero, el ser humano la había convertido en un lugar fúnebre.
Este sueño me ha hecho reflexionar. El ser humano debe ser consecuente con sus deseos, no hacer daño a los demás y, si esto conlleva dejar a ciertos"amigos", que no saben hacerte feliz es conveniente que los dejes. Porque alargar una agonía o una despedida, es hacer que donde hubo tanto amor , sólo quede rencor y dolor.
Vale la pena sufrir una vez, y dejar que el tiempo cure esa pérdida, aunque esta sea muy costosa.